Cuando hacemos las prácticas durante los cursos de Reiki así como en mis sesiones de Reiki, el chakra del plexo solar (Manipura) es el que más tiene bloqueado la gente.

El tercer chakra o chakra del plexo solar se encuentra en el punto donde comienza el esternón o boca del estómago y es una zona muy sensible en todos los niveles. Como chakra, rige toda la zona abdominal superior e incluye el hígado y bazo, estómago y páncreas.  Nos permite digerir todo: la vida, las relaciones, emociones, pensamiento y nos da fuerza y poder personal, nos ayuda a coger las riendas de nuestra vida. Cuando tenemos demasiadas sensaciones en el plexo solar, el famoso “nudo en el estómago”, nos sentimos mal y nuestra calidad de vida se ve afectada.  Para liberarnos de ese malestar, del bloqueo en el chakra del plexo solar, es importante descubrir la causa o causas pero siento decirte que no hay recetas.  Cada uno somos un mundo y nos generamos los bloqueos de manera diferente, con lo que es importante que te autoestudies porque nadie mejor que tú sabe qué le causa malestar.  Tú sabes muy bien qué te da miedo, qué te impide seguir avanzando.

Para tratar el plexo solar con Reiki puedes seguir los siguientes pasos:

  • Conéctate con la energía
  • Comienza el autotratamiento con una mano en el plexo solar y otro en el chakra cardíaco
  • Después mantén la mano en el chakra cardiaco y pon la otra en el hígado.
  • Cuando sientas que puedes cambiar, sigue con la mano en el chakra cardiaco y pon la otra en el bazo.

Obviamente, si estás iniciado en primer o segundo nivel de Reiki, utiliza los símbolos de Reiki para darle más potencia a la sesión.

Mientras te haces este tratamiento, te recomiendo que reflexiones en los cinco principios de Reiki, sobre todo en “Sólo por hoy no te preocupes” y “sólo por hoy no me enfadaré”.

¿Y por qué hacer hincapié en estos dos principios? Pues cuando nos preocupamos por algo, nos adelantamos prediciendo catástrofes, nos entra el miedo y ese miedo nos bloquea el plexo solar. Y “sólo por hoy no me enfadaré”, con la ira se nos envenena la sangre literalmente (con cortisol), afectando al hígado.

Ve observando atentamente cómo te sientes, cómo se va disolviendo el bloqueo y cómo se va potenciando tu autoestima; obviamente tú tienes que poner de tu parte cambiando tus pensamientos negativos por positivos.  Si sientes molestias en el estómago (diarrea, hinchazón…) al día siguiente hazte la técnica del ombligo y a continuación repite todos los pasos.