Siempre preparo cada sesión de Reiki con mucho cariño para poder ayudar de la mejor manera a mis pacientes pero a veces surgen imprevistos durante la sesión que hacen que no sea tan perfecta como deseamos.

Hace unos días estaba dando una sesión de Reiki en Madrid a una chica, todo genial, con la lámpara de sal, la música de Reiki con las campanillas cada tres minutos (en Youtube tienes muchísima música para dar sesiones de Reiki) la paciente relajada, y de repente salta un anuncio con la música a tope y las dos dimos un brinco.  La verdad es que luego nos reímos precisamente de esos imprevistos tontos que surgen.

Y, otro «momento Bridget Jones» me surgió hace unos meses, en el mismo escenario zen, cuando de repente me empieza a picar la garganta, yo aguanta que te aguanta para no interrumpir la sesión y al final comencé a toser sin parar; por más agua que bebía no paraba…

Así que, como ves, no todas las sesiones son perfectas, porque estos pequeños incidentes  ocurren.

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¿Qué hacer cuando surge un incidente durante una sesión de Reiki?

Ante todo naturalidad, porque nos puede pasar a cualquiera.  En ambos casos me disculpé con las pacientes; con la música simplemente cambié la canción tranquilamente y en el caso de la tos, esperé un poco a que se me pasara.

Y no hace falta ser una pesada y estar todo el rato diciendo que lo sientes; simplemente, respira hondo, pide disculpas y continua dando la sesión.  Los pacientes suelen ser muy majos y comprenden que este tipo de cosas pueden ocurrir.

Bueno, y también puede pasar el caso contrario, ¿qué pasa cuando es el paciente el que genera el pequeño incidente?

Puede haber casos en que el cliente le suenen las tripas, ronque, tenga tos o hipo; todo eso es natural, debido a que el Reiki está actuando limpiando su organismo y liberándole de bloqueos.  Si esto ocurre, haz que la persona se siga sintiendo cómoda y coméntale que es natural y continua la sesión.  O si rompe a llorar
desconsoladamente, en ese caso,  sigue con la sesión pero a la vez tantea a ver si la persona quiere parar o
comentarte algo… que sepa que estás ahí para apoyarle.