Después de la iniciación de Reiki existe el periodo, ya conocido, de purificación de los veintiún días, aunque algunos autores dicen que puede durar hasta seis meses.
Lo importante es que sepamos que entramos en un proceso de liberación que algunos llaman crisis de sanación, pero tranquilo que es soportable y tras ese período te sentirás muy bien. Sus efectos pueden ser variados, como por ejemplo: flujo nasal (resfriado), diarreas, liberación emocional, irritabilidad o exceso de sensibilidad.
En este último nivel, sentirás una energía muy especial recorriendo tu cuerpo, aprenderás a reconocer tu capacidad de enseñante y a potenciarte como tal, es muy importante ser consciente del proceso personal.
Es igualmente importante no querer cortar los síntomas (si se presentan), ya que no existe nada malo, tu cuerpo se estará purificando, no es que estés enfermo. Bebe mucha agua y trata de llevar una dieta lo más sana posible intentando que sea lo más vegetariana posible y evitando sustancias tóxicas (café, bollería industrial, fritangas, alcohol…)
Durante la iniciación, podrás experimentar sensación de hormigueo, calor, ver colores, oler aromas, incluso marearte… cada uno somos un mundo y sentimos diferente. Esto es perfectamente normal y se debe a que estarás recibiendo un gran flujo de energía al cual el cuerpo debe adaptarse. Si sientes mareos, es recomendable que después de finalizada la iniciación bebas un vaso de agua y te mojes la cara o camines descalzo sobre el suelo para estabilizarte.